Murió el papá del platense al que no dejaron entrar a Chivilcoy para despedirlo

"Quedó un abrazo y un beso pendiente. Tengo mucho dolor, mucha bronca y una profunda tristeza por lo que me hicieron", aseguró. 

13 de Septiembre

Un tremendo pesar, mezclado con sensaciones de bronca e impotencia, invadían ayer a Claudio Parente, a quien el viernes no dejaron ingresar a la ciudad bonaerense de Chivilcoy para acompañar a su papá Rual, quien se encontraba muy delicado de salud y que finalmente, después de varias jornadas de luchar por su vida, falleció ayer.

El sábado por la mañana Claudio recibió la noticia de que su padre había muerto. En ese mismo momento pensó en ese último beso y abrazo que soñaba darle pero que “por la burocracia” quedó pendiente para siempre”

Los médicos habían sido muy claros con la familia: “No le quedan muchos días de vida”, le fueron diciendo durante la semana. Y fue en ese marco que Claudio tramitó un permiso para poder estar junto a Rual en sus últimas horas de vida. “Hice todos los papeles que tenía que hacer. Soy respetuoso de la ley y por ningún motivo quería un problema”, explicó.

“Mi papá está agonizando. Ayer me llamó su médico y me dijo que venga a despedirme porque no le quedan muchos días de vida”, había contado anteayer a EL DIA.

Según su relato, cuando el viernes pasadas las 16:30 horas llegó hasta el ingreso a dicha ciudad, lo paró la Policía, a la que contó su historia. Además mostró los papeles para circular por las rutas argentinas. Pero la respuesta fue negativa: “No puede ingresar nadie que no sea de la ciudad”. Y tuvo que volverse a La Plata.

Anteanoche, Claudio se encontraba en su casa todavía con la esperanza de que su situación pudiera revertirse al día siguiente y lograra ver a su padre. Y su esperanza creció tras recibir un llamado de una autoridad que le aseguraba que iba “a tenderle una mano”. Así, después de hablar con el intendente de Chivilcoy, ayer a la mañana emprendió un viaje a esa ciudad. “’Tenés la ruta despejada’ me dijo el intendente y sin demora junté mis cosas y partí a ver a mi viejo” contó a EL DIA.

Promediaban las 8.30 de la mañana cuando su teléfono celular comenzó a sonar. Debido a la baja señal, el auto debió frenar su marcha y estacionar al costado del camino. Y fue en ese marco, en medio de la ruta, que se enteró que su papá había muerto. “Quedó un abrazo y un beso pendiente. Tengo mucho dolor, mucha bronca y una profunda tristeza por lo que me hicieron. Es un dolor con el que voy a tener que vivir toda mi vida. Mi papá estaba muy mal y yo sabía que tenía las horas contadas”, relató Claudio entre sollozos.

Parente, que había contado que su padre no tenía coronavirus sino que padecía Alzheimer, expresó toda su indignación con las autoridades por el fuerte apego que tuvieron al reglamento y por no indagar más sobre su situación. “Como el médico de mi papá no les atendió el teléfono se quedaron con eso y prefirieron dejar todo ahí. Me mandaron de nuevo a La Plata y recién cuando mi caso salió en el diario EL DIA el intendente se comunicó conmigo para decirme que me iban a ayudar. Esto se podría haber solucionado mucho antes”, lamentó.

Suscribite a nuestro Newsletter
Suscribirme