No es novedad que los carnavales son una celebración popular muy esperada por la gente donde reina el espírutu de fiesta y alegría, pero sin dudas en distritos más pequeños se convierten en "la fiesta del pueblo", y en Rivadavia, el trabajo mancomunado entre Municipio, vecinos e instituciones, consolidan cada vez más una celebración que se destaca por la gratuidad, integración y una calidad, ligada principalmente a la participación y el disfrute del público.
Luego de un mes donde los corsos "Lito Rodríguez" se lucieron por Roosevelt, Sansinena, González Moreno y Fortín Olavarría, finalmente tuvieron el gran cierre el pasado fin de semana en la ciudad cabecera de América, en dos jornadas donde no faltaron el baile, los premios y la emoción que coronó otro año con muchas satisfacciones para la comunidad en general.
El Municipio impulsa una fiesta no sólo con un fin de recreación y esparcimiento, sino fundado en la integración tanto de los pueblos como de cualquier vecino, sin distinción de clase social, dándole la posibilidad al que se anime de participar y disfrutar. Además, otra de las claves es la recaudación de fondos en beneficio de las instituciones sociales del Partido, que trabajan y se preparan con las mejores expectativas y obtienen muy buenos resultados, como lo fue en Fortín Olavarría donde en una noche lograron recaudar medio millón de pesos.
Asimismo, la gratuidad se funde con la calidad de los espectáculos, tanto de murgas, comparsas, carrozas, disfraces libres y de las bandas y músicos contratados, que atraen no sólo la participación de vecinos del Distrito sino de la región. Tal es así que en la noche del sábado, con el show de la banda La Konga, se congregaron alrededor de 13 mil personas para bailar y cantar al ritmo del cuarteto. Lo mismo sucedió en Fortín con la actuación del Toro Quevedo.
En tanto el domingo, con 8 mil personas entre el público, el cierre dio lugar a una jornada más emotiva con el clásico homenaje al maestro Lito Rodríguez, hacedor del nombre de los carnavales, a través de la actuación de su banda compuesta también por familiares que le regalaron al público el repertorio clásico de tangos y pasodobles.
Finalmente, como recompensa a tanto despliegue y premio a la participación, el Municipio otorgó el premio de $1500 a la mejor máscara y de $6500 a la mejor carroza, a lo que se sumó un viaje a Merlo, San Luis, para 4 personas con pasajes y estadía. El intendente coronó al rey y a la reina y de esta manera culminó una vez más el carnaval de Rivadavia, o a decir verdad "el carnaval del pueblo".